jueves, 2 de julio de 2009

La republiqueta sojera: radiografía de un modelo violento (MU- diario de Lavaca)

La republiqueta sojera: radiografía de un modelo violento

Categoría: Notas
Tags: , , , , , ,

Repúblicas Unidas de la Soja es un libro editado por el Grupo de Reflexión Rural a finales de 2007, donde se describe el modelo y su inevitable crisis. Es un aporte fundamental para comprender a nuevos actores del poder económico, sus métodos y objetivos. “La soja no es un mero cultivo, es un sistema que condiciona cualquier política” advierte en la introducción Javiera Rulli, compiladora de los artículos que conforman el libro. Es, también, la que describe didácticamente los alcances de esta nueva forma de ocupación territorial, que condiciona las democracias latinoamericanas.

“Los agronegocios y las industrias extractivas constituyen el eje estructural y el origen de los principales conflictos sociales y ambientales en la región sudamericana”, puntaliza Rulli. Ahora también sabemos que a esta lista hay que sumarle los conflictos políticos, que vuelven aun más urgente el llamado que la autora realiza: “Necesitamos hallar los elementos intelectuales que nos permitan visualizar y enfrentar esas nuevas situaciones neocoloniales, poder repensar las relaciones de la ciudad y el campo en épocas de globalización.” Para que así, es quizá útil y necesario identificar el problema en su real dimensión. Aquí, una síntesis y el libro completo, en formato pdf.

El sistema
La soja no es un mero cultivo, la soja es un sistema que condiciona cualquier política. El sistema de la soja es, por lo tanto, la cota ciega sobre la que transcurre la confrontación establecida entre progresismo y neoliberalismo, entre soberanía nacional y globalización, entre hallar el propio destino y la subordinación a un destino colonial. Este sistema se define por políticas agrarias diseñadas para un país, desde remotas oficinas que no pueden evitar -más allá de sus buenas o malas intenciones- la tragedia de que esas políticas desvirtúen las democracias de los países a los que van destinadas.

Las nuevas corporaciones
Los agronegocios son uno de los principales núcleos de poder de las corporaciones que dominan el Cono Sur. Dividen a la región en 3 modelos de monocultivos: producción de oleaginosas, árboles para celulosa, y caña para azúcar y etanol. Estas corporaciones comparten el territorio con las transnacionales mineras y petroleras. Actualmente, en la nueva era de la “Bioenergía”, estos diferentes sectores económicos se están fusionando para generar megaoligopolios. Así, desde el agro se está desarrollando una estrategia regional y un proyecto de integración corporativa. La dominación territorial se expresa a través de la expansión de los monocultivos y la culminación de las vías logísticas de escurrimiento hacia los puertos al exterior. Las actividades de los “agronegocios” y las industrias extractivas constituyen el eje estructural y el origen de los principales conflictos sociales y ambientales en la región sudamericana.

Republiquetas sojeras
La soja es un monocultivo, que en la actualidad, se extiende por todo el Cono Sur desplazando a la población rural, devastando las áreas de bosques y pastizales y debilitando las bases de la producción alimentaria de cada país. Los países sojeros se convierten en meras republiquetas sojeras, donde la población se aglutina en las ciudades con planes asistenciales, dependientes de las regalías de la exportación de la soja.

Cultivo geopolítico
La soja es una planta que proviene de Asia, destinada a la alimentación humana después de un proceso de fermentación (tofu). Sin embargo, desde el comienzo de la revolución verde, el cultivo de la soja pasa a ser forraje, y sustituto de las proteínas en la dieta humana, además de ser utilizado como parte de una estrategia geopolítica de ocupación del territorio.

Breve historia de la invasión
En Sudamérica, este cultivo empezó como leguminosa con el fin de enriquecer la tierra con nitrógeno para ser implementada en el ciclo de rotación de cultivos, pero se convirtió paulatinamente en la gran estrella de la monocultura del modelo agroexportador. La soja se extiende desde los ‘60 en Brasil, Argentina y Paraguay. En Argentina, se expande masivamente en los años 80, acabando con el sistema de rotación entre ganadería y agricultura, instalando la agricultura permanente. A mediados de los 90 el modelo de la soja trasciende a una nueva fase con la incorporación de la biotecnología y el gran evento: la soja resistente al herbicida Roundup, creada por la Monsanto. Este fenómeno gatilla un crecimiento exponencial de la superficie destinada al monocultivo gracias a los bajos costos de producción y las altas tasas de ganancia. En Argentina, en el último ciclo 2006/2007 se obtuvo un volumen récord de cosecha de 47,5 millones de toneladas, alcanzando 16 millones de has cultivadas, lo que representa más del 50 % de la superficie agrícola.

El nuevo modelo
Para entender el modelo de la soja, se debe aclarar que ya no estamos hablando de una agricultura tradicional que emplea escalas moderadas de superficie, abastece al mercado nacional y es una fuente de trabajo. Este modelo supone una agricultura sin agricultores, una agroindustria que consiste en la commoditizacion y primarización de la producción agrícola e implica la industrialización y el empoderamiento del sector por los agronegocios y la (re)estructuración de la dinámica productiva local/ regional. Finalmente, no se puede ignorar que el modelo agroexportador de la soja es una consecuencia inherente de los procesos de integración y globalización económica. Desde las dictaduras de los años 70 en el Cono Sur, se reordenaron los poderes económicos en el territorio, para que posteriormente, en democracia, las instituciones financieras internacionales pudieran diseñar programas económicos con objetivos geopolíticos. En la actualidad, las instituciones financieras y la banca internacional inyectan y especulan con los capitales desde sus diversas caras. Por un lado, la banca multilateral financia la construcción de la infraestructura que soporte al modelo agroexportador -tales como la hidrovía y todo el complejo del IIRSA, que consiste en autopistas, ductos, telecomunicación, puertos, etc.- y que finalmente se traducirá en mayores niveles de deuda externa. Por otra parte, las caras privadas de las instituciones financieras internacionales y la banca privada se dedican a inyectar dinero al sector industrial y de agronegocios promoviendo la expansión de la frontera agropecuaria. En la zafra del 2003/04 cuando los monocultivos de soja se extendían por 14,2 millones de ha, el 60% de la tierra estaba en manos de pooles de siembra o empresas similares.

Cómo funciona
El modelo de la soja consiste en un paquete biotecnológico compuesto por la semilla trangénica de soja RR (Roundup Ready), plaguicidas - principalmente los herbicidas a base de glifosato- y la técnica de siembra directa. Este paquete es indivisible, dado que estos 3 componentes son los que permiten la industrialización de la agricultura, la implementación de grandes superficies de monocultivos y la ventaja de mínima mano de obra. Se trata de una agricultura sin agricultores. En la Argentina actual, con tecnología de punta, para 1000 has solo se requieren 2 personas trabajando por año. Pero la necesidad de poseer capital, recursos económicos para poder adquirir insumos y solventar la maquinaria necesaria, hacen que la soja se vuelva sólo rentable a grandes escalas y esto genera un proceso violento en el que va desapareciendo el pequeño productor. El productor remanente se convierte en un personaje dependiente de pagar los créditos adquiridos y vive calculando lo que necesitará en insumos hasta la cosecha; depende pues completamente de los créditos y los adelantos que le otorgan los silos y las financieras. Es una carrera contra el tiempo para que este productor mediano desaparezca. La lógica subyace siempre en la obligación de expandirse continuamente para poder mantenerse competitivo.

La cara visible
Con el modelo de la soja se inauguran nuevos grupos económicos; la agricultura se vuelve un de los grupos inversionistas especulativos, tales como el grupo Los Grobo de la familia Grobocopatel en Argentina y el Grupo Favero S. A. en Paraguay. Estas son las caras más visibles, los llamados “reyes de la soja, de grandes grupos inversores que alquilan tierras en múltiples lugares, y ni siquiera recurren a comprar los terrenos porque sus proyecciones son “máximo rendimiento a corto plazo”, una especie de maquila agrícola. Según Grobocopatel él se considera el Sin Tierra más grande del mundo y plantea que la biotecnología ha democratizado la agricultura, porque ahora todos pueden dedicarse a la agricultura, solo se requiere tener capital. Así también se da la entrada masiva de capital extranjero, en Argentina el fenómeno de extranjerización de la tierra afecta el 17% de la superficie. También se produce este mismo fenómeno de forma oculta cuando se establecen empresas manejadas por locales, pero con capital extranjero.

La cara oculta
Detrás de la soja, uno encuentra grupos anónimos de inversiones donde especulan con fondos de pensión, participan grupos de inversores que combinan los sectores de comunicación, ganadería y otros. Así se conforman los “pooles de siembra” donde se integran contratistas rurales, empresas de agroquímicos, inversores (nacionales y extranjeros) para llevar a cabo producción agropecuaria. Estos grupos de inversión son los actores más violentos en la penetración de las nuevas áreas. Se trata más bien de mercenarios empresariales con manejos de matones, una especie de “Chicago boys” mezclado con estilos de la “pesada” de la dictadura. Estos personajes, por apropiarse del terreno, en muchos casos no ponen límites en cuanto a la corrupción, violencia y destrucción ambiental. Este sector es la punta de lanza asociada con los silos transnacionales.

Los gigantes de la exportación
La soja es exportada finalmente por unos pocos actores económicos. El mercado internacional está regido por un puñado de Corporaciones de las grandes graneleras -Cargill, ADM y Bunge - se han repartido el territorio del Cono Sur. Los protagonistas de este sector son las corporaciones de cerealeras que actúan como “gigantes invisibles” que controlan todo el mercado alimentario. La integración vertical de estas corporaciones les permite dirigir íntegramente el desarrollo de la agricultura a través del control total de los productores, convirtiendo a éstos en meros eslabones de una cadena de producción industrial. Con el surgimiento del mercado de agrocombustibles, el futuro de la producción agrícola se torna aún más lúgubre.

El desafío
Los agronegocios ocupan el territorio y condenan a la población a migrar, sea a la pobreza de los márgenes de las ciudades o a los trabajos precarios. Necesitamos hallar los elementos intelectuales que nos permitan visualizar y enfrentar esas nuevas situaciones neocoloniales, poder repensar las relaciones de la ciudad y el campo en épocas de globalización. En este marco de violencia no hay mesa de diálogo posible, ni responsabilidad social empresarial, que solo pretende mitigar los impactos y desarrollar políticas asistencialistas.

Repúblicas unidas de la soja
editado por el Grupo de Reflexión Rural
Compilación a cargo de Javiera Rulli

El libro completo:

publicada 17/06/2008

jueves, 21 de mayo de 2009

Ciencias Naturales
Universidad Nacional del Litoral
Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas
18 de Mayo
Glifosato: recopilan casos de malformaciones
Investigadores de la UNL evidencian los efectos que produce el glifosato, el agroquímico protagonista del modelo sojero, entre ellos problemas respiratorios, daños al sistema nervioso central y destrucción de glóbulos rojos en humanos, y la muerte de las células nerviosas que la cipermetrina, insecticida de amplio uso en nuestro país, provoca en los anfibios, una de las especies expuestas a riesgo ecológico. Próximamente también publicarán el primer trabajo en Sudamérica sobre malformaciones en ecosistemas agrarios.

Radiografías dorsales de los miembros posteriores de Leptodactylus mystacinus, mostrando la extremidad posterior normal (A) y anormal (B).


Nuevamente se disparó el acalorado debate sobre los agroquímicos, en especial el glifosato, y sus efectos en la salud humana. La difusión de informes que relacionan la actividad rural con una mayor incidencia de cánceres y malformaciones; la disputa que incluye tanto la legislación vigente como su efectivo cumplimiento, o no; sumado al fantasma del dengue y la demanda social de fumigar para controlar la enfermedad son todos factores que contribuyen a que hoy los plaguicidas estén en el ojo de la tormenta.

En este sentido, investigadores de la Universidad Nacional del Litoral realizan evaluaciones de los efectos provocados en los ecosistemas relativas a la incidencia de agroquímicos tóxicos.
El glifosato es el herbicida que posibilita el modelo de producción sojero actual por su capacidad de eliminar todas las malezas. La pregunta es ¿a qué precio?

Aunque técnicamente es un ácido, se usa comúnmente en forma de sales. Su nombre comercial más conocido es el Roundup, del que existen varias formulaciones que se caracterizan por contener ciertos productos químicos tóxicos que reducen la tensión superficial de los líquidos, favoreciendo su disolución en agua, llamados “surfactantes”. Investigaciones advirtieron que el surfactante POEA causa daño gastrointestinal y al sistema nervioso central, problemas respiratorios y destrucción de glóbulos rojos en humanos. La principal molécula en la degradación del glifosato en ambientes terrestres es el ácido aminometilfosfónico (AMPA), también tóxico.

“Hace ocho años hicimos uno de los primeros estudios en Argentina sobre glifosato, que mostraba las malformaciones que podía producir sobre anfibios anuros -como los sapos y las ranas- y algunos problemas en el sistema branquial, al actuar sobre el esqueleto en formación de estos animales”, detalló a InfoUniversidades el doctor Rafael Lajmanovich, docente e investigador de la UNL y el Conicet.

Además, el glifosato puede contener cierto tipo de compuestos -N-nitroso- que son cancerígenos. También pueden formarse en el ambiente cuando el herbicida se combina con nitratos, que son parte esencial de los abonos. El compuesto químico formaldehído, que disuelto en agua es más conocido como “formol”, también es cancerígeno y resulta producto de la descomposición del glifosato. La agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) encontró que exposiciones a residuos de glifosato en aguas de consumo humano por encima del límite máximo autorizado pueden causar respiración acelerada, congestión pulmonar, daño renal y efectos en el sistema reproductivo humano.

Las investigaciones también analizaron los efectos de insecticidas de uso muy difundido en Argentina como la cipermetrina, que es de amplio espectro. Entre otras aplicaciones se emplea para controlar moscas y produce efectos tóxicos en mamíferos y el endosulfán, un organoclorado que fue prohibido en más de 50 países por su toxicidad. “Los anfibios expuestos a estas sustancias sufrieron apoptosis, es decir, muerte de células nerviosas, y daños en el material genético -genotoxicidad- en células sanguíneas, respectivamente”, indicó el investigador.

Algunos compuestos con fósforo también son investigados en el Laboratorio de Ecotoxicología de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB-UNL). “Estamos trabajando con algunas enzimas que son indicadoras y cuantifican la exposición a agroquímicos fosforados. En este caso estamos hallando distintas evidencias a nivel de campo, porque encontramos animales cuyas enzimas están inhibidas. Esto indicaría que pueden estar potencialmente expuestos a plaguicidas fosforados”, continuó.

Dentro de esta misma línea de trabajo, que surgió hace unos 15 años, los expertos reúnen información referida a malformaciones en ecosistemas agrícolas con el fin de publicar una recopilación al respecto, que se convertiría en la primera en Sudamérica.

Monitoreo ambiental

Los anfibios son indicadores ambientales muy sensibles, que están expuestos a diferentes tipos de sustancias. “Son animales que están en riesgo ecológico, lo que quiere decir que tienen alta probabilidad de ponerse en contacto con sustancias químicas porque habitan en pequeños cuerpos de agua asociados o inmersos en sistemas agrícolas”, señaló Lajmanovich. A su vez, el investigador aclaró que el trabajo no se trata sólo de evaluar el efecto que se puede llegar a obtener desde un ensayo de laboratorio, sino que después "hay que tratar de buscar un correlato de ese efecto supuesto que uno logra en el laboratorio con una situación real a campo, eso es mucho más difícil”.

Lo que se encuentra en el trabajo de campo es algún tipo de evidencia, pero es muy difícil relacionarla con un efecto de un agroquímico en particular. “Lo que uno hace en el laboratorio es una simulación, para poder tener un modelo de estudio de cuál sería el efecto que se produce”, aclaró.

En el ambiente hay una conjunción tanto de compuestos como de factores ambientales -como puede ser el pH, distintos niveles de nitrógeno y otros- que hacen al ecosistema en su conjunto. “Es aventurado extrapolar ensayos de laboratorio a situaciones reales de campo. Pero sí se debe, luego, interpretar cuáles son las tendencias, tanto poblacionales como de la comunidad en su conjunto”, afirmó.

Los trabajos tuvieron lugar en la Escuela Superior de Sanidad de la UNL, el Instituto Nacional de Limnología (INALI) y la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER). El doctor Lajmanovich dirigió el grupo de investigadores de la UNL. Mientras que de la UNER participaron el doctor Víctor Casco y la doctora Fernanda Izaguirre.


http://infouniversidades.siu.edu.ar/infouniversidades/listado/noticia.php?id=687

http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-125322-2009-05-21.html

SANTIAGO DEL ESTERO

Por el uso de agroquímicos, nacen 100 bebés por año con malformaciones físicas

El presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos, Juan Tula Peralta, reveló hoy que se producen más de 100 nacimientos de bebés por año con malformaciones relacionadas al uso de agroquímicos como el glifosato. Las enfermedades que se presentan con mayor frecuencia son el cáncer de piel e inconvenientes en las vías digestivas y respiratorias.


Tula Peralta explicó a la prensa local que esos datos surgieron de una investigación que efectuaron sus colegas durante más de un año en el interior provincial. "En Santiago se producen más de un centenar de nacimientos con malformaciones al año por el uso de agroquímicos", aseveró el experto.

Sin embargo, aclaró que no es el único problema que afecta particularmente a los recién nacidos cuyos progenitores viven en zonas rurales, sino que tienen registrados unos 300 casos de personas vinculadas a la actividad productiva que presentan problemas de salud por manipular o haber sido rociados con agroquímicos.

La aplicación de glifosato, que es esencial para combatir las pestes en los cultivos de soja, se volvió común en la provincia debido al incesante incremento del área sembrada con esa oleaginosa.

Pero la denuncia pública tiene otro aspecto preocupante, que es la incidencia de los tóxicos en los menores de edad, dado que muchos de ellos colaboran con sus padres en las tareas rurales y a menudo se desempeñan como banderilleros, es decir, marcan con su presencia y banderas los lugares en los que las avionetas fumigadoras deben esparcir los herbicidas.

En ese sentido, Tula Peralta expuso su preocupación porque "como son chicos, no muestran de forma inmediata la sintomatología. Es un proceso que al cabo de unos años empieza a aparecer".

Asimismo, el ingeniero agrónomo recordó que anualmente se desechan entre 600 y 700 toneladas de envases plásticos que contenían los pesticidas, que al no tener un tratamiento como residuo peligroso, llegan a convertirse en potenciales contaminantes de suelos y del agua.

Fuente: Página 12

martes, 19 de mayo de 2009

OTRO DESALOJO CON TOPADORA




http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-125180-2009-05-19.html



http://orgazmika.blogspot.com/

LA PATOTA DE LA UCEP, CON APOYO POLICIAL, ARRASO CON UNA HUERTA COMUNITARIA

Otro desalojo con topadora

El predio, ubicado en Caballito, era un baldío hasta que fue recuperado por un grupo de jóvenes. Allí habían montado una huerta orgánica en la que participaban habitantes del barrio; con el argumento de “riesgo ambiental y sanitario”, fue desalojada de madrugada.

El predio de no más de 30 metros por 10, entre una calesita y la plaza Giordano Bruno, a la vera de las vías del ferrocarril Sarmiento, en Caballito, era la Huerta Orgázmika, un espacio en el que un grupo de jóvenes lograron, a través del cuidado de vegetales y producción de alimentos, recuperar un baldío y activar la participación comunitaria que surgió con el reverdecer de las agrupaciones vecinales en 2001. Luego de siete años y medio de vida, una patota de la Unidad de Control de Espacio Público (UCEP), apoyada por tres grupos de Infantería y más de 20 efectivos de la Policía Federal, irrumpió a las cuatro de la madrugada, desalojó el lugar y arrasaron con todo a fuerza de topadora. El predio, que pertenece a la Onabe, fue desalojado por decreto, argumentando “riesgo ambiental y sanitario”: había una bañera con plantas acuáticas donde podían criarse mosquitos, argumentaron en el gobierno porteño.

Con el predio ya perdido, y luego de una asamblea sobre la calle Rojas, a la vera de las vías, los participantes del proyecto, junto a miembros de agrupaciones que se solidarizaron con el grupo y algunos vecinos, recorrieron las calles del barrio porteño para “canalizar la frustración” que les provocó la pérdida. Dejaron para hoy el análisis sobre los pasos y la posibilidad de rearmar la huerta orgánica comunitaria en otro lugar. “Es terrible. Ahora ya no hay nada que se pueda mostrar”, lamentó Héctor Mendizábal, uno de los jóvenes que conforma el núcleo del colectivo que sostenía la huerta. Es que, si bien un grupo de no más de diez jóvenes son los impulsores del proyecto, las puertas de huerta estaban abiertas para todos. “Cualquiera se acercaba y podía participar”, aseguró Mendizábal, respecto no sólo de los trabajos de mantenimiento de la huerta, compuesta por más de 100 especies vegetales, sino de los talleres de cocina, permacultura y plantas medicinales que allí tenían lugar de lunes a lunes. La mayoría del grupo permanente vive a dos cuadras del predio. Llegaron al lugar en pleno desalojo, alertados por una vecina. “La despertaron los ruidos de las topadoras. Claro, si tiraron todo abajo. No dejaron nada”, reflexionó Nitai Riveli, una de las chicas que fue amenazada e insultada por los policías que destruían la huerta frente a sus ojos. “Nos amenazaban con que nos iban a llevar presos y nos gritaron que no teníamos derecho a nada. A dos compañeros los golpearon”, agregó.

Según Riveli, “no presentaron ningún papel” donde figurara una orden de desalojo ni las razones de ese procedimiento. “Una cita con funcionarios del Ministerio de Ambiente y Espacio Público y de la Defensoría del Pueblo para el jueves fue “la única respuesta e información que nos dieron. Al parecer, la Defensoría informó que la huerta era un foco de cría del mosquito que contagia el dengue, pero no nos explicaron del todo”, remarcó la joven.

Los jóvenes reconocieron entre el grupo de efectivos de las fuerzas de seguridad estatales al director general del CGP Nº 6, Marcelo Iambrich, con el que habían mantenido una reunión hace no más de 20 días: “Nos había dicho que no nos preocupemos. Que la atención estaba puesta sobre otra cosa y que no nos iban a sacar”, expresó Riveli. Desde octubre de 2008, un grupo de representantes de la Huerta Orgázmika venía manteniendo reuniones periódicas con él “en las que buscamos una solución al conflicto” que se inició con el intento de desalojo decretado por el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, en septiembre de 2008. Esa orden no prosperó en ese momento por la presentación de un recurso de amparo. “En los últimos encuentros nos habían prometido que iban a regularizar la situación, que íbamos a poder quedarnos con el lugar”, destacó Mendizábal.

Nada de eso parece que va a ocurrir. Desde el gobierno porteño explicaron que el procedimiento se basó en “informes del Instituto Pasteur y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad en los que se alerta sobre riesgo ambiental y sanitario del lugar, donde existe una letrina, un horno y dos bañeras que eran utilizadas al aire libre”. Riveli confirmó la existencia de “un horno de barro, un baño seco y una bañera donde vivían plantas acuáticas. Todo cuidado por nosotros”, agregó mientras se preguntó qué clase de peligro sanitario podían englobar esos elementos. Fuentes del gobierno porteño remarcaron que el operativo “está respaldado por un decreto que autoriza los desalojos administrativos”.

Unas 400 personas recorrieron unas 15 cuadras, bailaron al ritmo de los tambores en Rivadavia y Acoyte, mientras los pasajeros de los colectivos insultaban para adentro y algunos vecinos apoyaban desde la palabra. “Animo chicos. Ya les vamos a pasar a ellos con la topadora por encima”, alentó una mujer que cruzaba Acoyte. Cuando volvieron, los esperaban pancartas, plantines y pequeñas fogatas, para darles cobijo durante la noche, que pintaba larga. Los policías los miraban detrás de las vallas, aburridos.

Informe: Ailín Bullentini.

viernes, 15 de mayo de 2009

Metales pesados y otros contaminantes en la MIEL

INFORME COMPLETO: http://www.inti.gov.ar/productos/pdf/informe_miel.pdf


Sociedad

EL 75% CONTIENEN TÓXICOS

Las marcas de miel analizadas por el INTI

08:10 |
15.05.2009
Puskella, Mendoza. Presencia de: fenoles, mercurio
Rodriguez Acacio, Mendoza. Presencia de:residuos de antibióticos.
Amici, Buenos Aires. Inadecuada información al consumidor.
La Anónima, Río Negro. Presencia de: mercurio.
El Zángano, La Pampa. Presencia de: mercurio.
Endumel, Mendoza. Presencia de: mercurio.
Alma Pura Presencia de: mercurio.
Mallines de la Costa, Neuquén. Presencia de: mercurio.
Santa Lucía, Buenos Aires. Presencia de: mercurio, residuos de antibióticos.
Bioway, Buenos Aires. Presencia de: mercurio.
Reinadina, Mendoza. Presencia de: residuos de antibióticos.
La Huerta Familiar, San Juan. Presencia de: residuos de antibióticos.
La Rinconada, Chaco. Presencia de: mercurio.
Reina de la paz, San Luis. Presencia de: mercurio y residuos de antibióticos.

Otras mieles analizadas:
Trebolar, Santa Fe
Jumbo, Buenos Aires
Alvear del Campo, Santa Fe
Vea, Mendoza
Establecimiento apícola Río Negro, Río Negro
Carrefour, Río Negro
Estancia La Elisa, Buenos Aires
Aleluya, Buenos Aires
La Cooperativa, Santa Fe
Cabaña Santa Brígida, Córdoba
Establecimiento Los Monjes, Chaco
Kybalion, Córdoba
Sabatini, Mendoza
Miel de la pradera, Chaco
Colmenares Mata, Tucumán
Bell’s, Mendoza
Coto, Buenos Aires
Establecimiento apícola El Edén, Córdoba
Gala, Córdoba
Hijos de Roberto Roberti, No informa
Estancia Las Quinas, Buenos Aires
Miel de Monte, Chaco
Dulci Bella, Entre Ríos
Reina Miel, Entre Ríos
Valenti, Córdoba
Néctar del Sur, Río Negro
Ecoop miel pura, Neuquén
Gran Mamá, Buenos Aires
Sweet Nature, No informa

jueves, 14 de mayo de 2009

Tartagal y los desmontes indiscriminados. ¿Donde esta la ley de bosques?



LOS NOMBRES DEL ALUD

Los negocios entre el barro

Funcionarios del gobierno de Salta, incluyendo a hermanos del gobernador, son dueños de las empresas de desmontes. Bibiloni autorizó cifras récord.

Por J. Lanata 15.02.2009

“Cuando llueve, el terreno no tiene absorción porque faltan las raíces de los árboles extraídos, entonces el agua drena y recorre libremente. O sea, si el agua no es consumida por la vegetación, se inunda”.

Eduardo Piacentini, del Departamento Cambio Global del Servicio Meteorológico Nacional.

Del tártago sale el aceite de ricino, llamado en el mundo “castor oil” (aceite de castor). Hace cuatro mil años lo usaban los egipcios como planta medicinal o combustible para sus lámparas, y sus hojas parecen una estrella dibujada por Miró, de puntas juguetonas y alargadas. Purgante y combustible, el tártago también se utiliza en cosmética para alargar las pestañas. Esta planta rústica y llena de estrellas sabe sobrevivir: se adapta con facilidad a distintos ambientes y tiene una gran resistencia a la sequía. Pero no sobrevivió a Tartagal. En Tartagal ya casi no quedan tártagos, y el equilibrio se rompió como una rama seca. Esta población de 56 mil habitantes vive sobresaltada desde su fundación en 1924: fue entonces cuando se descubrió petróleo, el 25% del total de la cuenca del país y alrededor del 16% de la producción de gas. Tartagal vivió entonces la quimera del oro hasta 1992, cuando Menem privatizó YPF y el 90% de la población de la ciudad quedó desocupada. En 1999, y en 2002, y en 2003, la rabia llegó a la calle y la ciudad se convirtió en un polvorín.

En 2006 el agua llegó a apagar el fuego, y Tartagal se hundió en el barro. Ya habían sido taladas 609.323 hectáreas, y todos se golpearon el pecho y dijeron que había que parar. Pero el entonces gobernador Romero, en su último año de gestión, mientras la Ley de Bosques se discutía en el Congresó, autorizó el desmonte de 478.204 hectáreas: una extensión similar a la de 23 (sí, veintitrés) veces la Capital Federal en un solo año. Muerte, grietas y barro después, la Presidenta reglamentó la Ley 26.331, sancionada el 28 de noviembre de 2007. El artículo 42 de la Ley de Bosques le otorga al Poder Ejecutivo noventa días para reglamentar la norma. Pasaron catorce meses hasta que Cristina se decidió a hacerlo. Ya era, claro, tarde. Pero el Gobierno insiste en que el hecho no debe vincularse con Tartagal.

NUNCA LO HICIMOS (NI VOLVEREMOS A HACERLO). Entre 2004 y 2007 la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de Salta convocó a 211 audiencias públicas, de las cuales 195 correspondieron a proyectos de desmonte. De esos 195 pedidos fueron aprobados 191; dos no llegaron a serlo por falta de tiempo para elaborar un dictamen y otros dos quedaron postergados para 2008 y tal vez ahora se frenen con la Ley de Bosques, que en Salta comenzó jugando en desventaja: pierde su partido 191 a 2, en el mejor de los casos. Si se analiza la distribución de permisos de desmonte según la zona, el departamento San Martín (al que pertenece Tartagal) está en segundo lugar en el ranking.

Secretaría de Ambiente de la Nación durante la gestión de Romina Picolotti revela que con Juan Manuel Urtubey en el poder, aliado K, se desmontaron en 2008 136.000 hectáreas, la mayor parte en el departamento San Martín, en Jujuy, Santiago del Estero y Chaco.

“La deforestación registrada –señala el informe fechado en noviembre– indica que se trata de uno de los procesos de transformación de bosques nativos de mayores dimensiones en la historia del país, siendo el avance de la frontera agrícola la causa principal (…) el reemplazo de los bosques por la agricultura se realiza principalmente para el monocultivo de soja”.

El segundo cuadro ilustra esa pérdida. Pocas tragedias han sido tan anunciadas como la de Tartagal: un informe elaborado por ingenieros de la Universidad Nacional de Salta en 2006, luego de la primera gran inundación, advertía sobre la inminencia de otras catástrofes. En su “Diagnóstico y evaluación de la cuenca del río Tartagal y área de influencia”, Claudio Cabral y Gloria Plaza aseguraban que en la cuenca alta “la cobertura vegetal ha sido alterada y modificada”, favoreciendo la erosión. “La vulnerabilidad de la cuenca del río Tartagal a nuevos eventos catastróficos es altamente probable que se repita”, concluían Cabral y Plaza. El estudio fue elevado a la municipalidad de Tartagal.

–Las causas fundamentales del alud –comentó a este diario Osvaldo Canziani, doctor en Meteorología, miembro del Panel Intergubernamental de la ONU sobre Cambio Climático, en referencia al último evento– son las lluvias intensas, características de la época del año, y el mal uso del suelo. La deforestación es un flagelo que tiene un conjunto de implicaciones graves, las que, directa o indirectamente, han contribuido a generar los desastres de Tartagal, la pampa húmeda y las inundaciones de Santa Fe en 2004 y Cañada de Gómez en 2000.

–¿Hay puntos en común entre este alud y la inundación de 2006 en Tartagal?

–No sólo los hay sino que la primera inundación ha agravado las consecuencias de ésta y las que seguirán debido a la exacerbación de los eventos extremos, entre los cuales no deben descuidarse las sequías proyectadas para el Noroeste argentino en este siglo XXI.

BUSINESS ARE BUSINESS.

En Salta muchos políticos juegan en el bosque: mientras se debatía en Buenos Aires la demorada Ley de Bosques, en Salta, en la diagonal de la escena, los hermanos del gobernador kirchnerista Urtubey crearon una empresa dedicada al desmonte. Facundo Norberto (46 años, director de la Agencia de Promoción de Salta, esto es, funcionario) y José Antonio Urtubey (34 años) crearon la firma JOFA, que tiene entre sus objetos sociales el de “explotar o administrar bosques, forestación y reforestación de tierras”.

Facundo ya tenía cierta experiencia en el área: a poco de asumir su hermano gobernador formó con otros socios la empresa agropecuaria Unapala SRL. El senador justicialista Alfredo Olmedo llevó sus intereses al recinto: el bautizado Rey de la Soja presentó un proyecto de “ley de ordenamiento territorial” que contemplaba seguir desmontando en la provincia cerca de cinco millones de hectáreas. Olmedo tiene varias denuncias por desmonte irracional y fue favorecido por Romero con la entrega de 320 mil hectáreas de tierras fiscales. Para no ser menos, el intendente de Tartagal, Sergio Napoleón Leavy, es, según confirmó a Crítica de la Argentina el secretario general de la CTA Tartagal, Diego Alcoba, “propietario de uno de los aserraderos más importantes de la región, y beneficiario directo de los desmontes masivos”. Leavy aparece desde 2001 ante la AFIP declarando que su actividad principal es la de “extracción de productos forestales de bosques cultivados”.

Los cruces entre política, soja y alud son inagotables: la familia Mochón, por ejemplo, desmontó 38.900 hectáreas y su “gestor” fue el ex diputado nacional, ex ministro de gobierno y conjuez de la Corte Suprema provincial Osvaldo Camisar. César Raúl Mochón es titular del Grupo Solanas y presidente de la Cámara Argentina de Tiempo Compartido, y el desmonte se autorizó en tierras para ganadería en la Estancia Ezrah, del departamento Rivadavia. Aníbal Caro, ex secretario de Empleo de la gobernación hasta 2007, preside la empresa Desafío del Chaco junto a Ernesto Pablo Casal: obtuvieron autorización para talar 10.420 hectáreas.

El gobierno salteño autorizó también el desmonte de 1.670 hectáreas a la firma Los Dos Ríos SA en los alrededores de Orán, que abarca parte de la selva de los yungas, una zona declarada Reserva Mundial de Biósfera por la UNESCO. Los Dos Ríos es de Mario Ernesto Gerala y el síndico es Julio César Loetayf, dos veces diputado nacional y hoy ministro de Desarrollo Económico de Urtubey. Gerala es un encanto: el pasado 22 de septiembre fue denunciado por reducir a la esclavitud a dieciocho peones de la etnia toba en la finca Abra Grande. Armani Agropecuaria tiene, por lo menos, un nombre elegante: pertenece a Silvio y Bruno Armani (no confundir con Giorgio ni con Exchange) y figura como aportante a la campaña de Cristina con tres donaciones de 15.000 pesos cada una, el 19 de octubre de 2007.

“Quería compartir con el conjunto de la Secretaría el logro institucional materializado en la fecha”, comienza un mail enviado a toda su Secretaría por Homero Bibiloni a las 17.02 del 13 de febrero. “Hemos reparado una deuda ambiental”, prosigue el ahora secretario de Ambiente, reemplazante de Picolotti. Bibiloni, el conmovido funcionario, es el funcionario que autorizó la mayor tasa de desmonte como subsecretario de Atilio Savino. Aunque, como se sabe, todo es siempre fruto de la casualidad.

Investigación: J L / Jésica Bossi.

Glifosato...una historia que no termina.

El 11 de mayo, en el programa de radio Espejos Todavía, emisión del Proyecto de Resistencias Populares a la Recolonizació n del Contintente, fue entrevistado el prestigioso investigador de la UBA y el CONICET, Andrés Carrasco, quien durante los últimos días ha sido víctima de una campaña de desprestigio y amenazas, luego de que diera a conocer los resultados de una investigación sobre los efectos devastadores del glifosato (herbicida) utilizado en la siembra de soja. Andrés Carrasco es profesor de embriología, investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y director del Laboratorio de Embriología Molecular, y una trayectoria de treinta años de investigación científica con reconocimiento internacional.La campaña de presiones en su contra, comenzó cuando hace unas semanas difundió a través del diario Página 12, en una entrevista realizada por Darío Aranda, los primeros resultados de los efectos letales del glifosato en embriones anfibios, producido entre otros, por la multinacional “Monsanto” y que son comercializados bajo la marca “Roundup”.Los invitamos a escuchar y a difundir la entrevista, que se puede bajar libremente de la web de la Agencia Pulsar:

http://www.agenciap ulsar.org/ espejos.php



Espejos todaví
a. Un programa de radio producido en forma colectiva por el Proyecto de investigación y formación Resistencias Populares a la Recolonizació n del Continente. Cuenta con el apoyo de la Fundación Rosa Luxemburgo de Alemania

Espejos todavía se emite los días martes a las 17 horas (horario de Argentina/ GMT -3 h), por la radio comunitaria FM La Tribu de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina.

Ver nota en www.pagina12.com.ar

Ir a la página principal

El país | Miércoles, 13 de Mayo de 2009

El Comité Nacional de Etica en la Ciencia recomendó crear una comisión para evaluar los riesgos del herbicida de la soja

Marche un estudio urgente sobre el glifosato

El Comité de Etica del Ministerio de Ciencia recomendó la “urgente” creación de una comisión de especialistas para analizar los efectos del herbicida estrella en la industria de la soja. Deberán ser científicos sin vinculación con empresas agroindustriales.

http://www.pagina12.com.ar/fotos/20090513/notas/na11fo01.jpg

El glifosato, fundamentalmente de la marca que produce Monsanto, es usado en la industria sojera.

El debate sobre el glifosato subió un peldaño. El Comité Nacional de Etica en la Ciencia y la Tecnología (Cecte) recomendó al ministro del área, Lino Barañao, la “urgente creación” de una comisión interdisciplinaria de especialistas para que se expida sobre los “posibles riesgos” del uso del químico estrella en el modelo actual de la agroindustria local. También pidió que los expertos convocados no tengan vinculación académica o económica (ni pasada ni presente) con empresas del sector. La recomendación del Cecte se produjo como consecuencia del debate que abrió la publicación en Página/12 de la investigación del científico Andrés Carrasco, que confirmó efectos letales del glifosato en embriones anfibios.

Carrasco, investigador de la UBA y el Conicet, había asegurado que hace un mes confirmó mediante ensayos de laboratorio el efecto devastador del glifosato en embriones, aun en dosis muy por debajo de las utilizadas en los campos de soja. “No descubrí nada nuevo. Sólo confirmé lo que otros científicos descubrieron y, sobre todo, lo que centenares de pueblos fumigados vienen denunciando”, remarcaba el investigador. Desde entonces, fue blanco de presiones de las empresas del ramo y sufrió amenazas e intimidaciones.
El 4 de mayo se reunieron los miembros del Cecte y ayer finalmente hicieron pública su conclusión. “Controversia acerca de posibles riesgos por el uso del herbicida glifosato”, es el nombre del escrito, de una carilla y media.
“El Comité Nacional de Etica en la Ciencia y la Tecnología recibió expresiones de inquietud relacionadas con la difusión periodística de trabajos de investigación realizados por el grupo del doctor Andrés Carrasco. Dicha información ha renovado la preocupación sobre los posibles efectos perjudiciales para la salud del herbicida glifosato, utilizado extensivamente en la Argentina, en particular en los cultivos de soja”, arranca el dictamen y considera más adelante que el debate abierto por las notas de este diario es “un tema relevante que da lugar a controversias éticas, afecta a la integridad en la investigación y compromete además las relaciones de la ciencia y la tecnología con la economía, la producción agropecuaria, la preservación del medio ambiente, la salud y el bienestar de la población”.
El texto recomienda al Ministerio de Ciencia conformar de manera “urgente una comisión de especialistas de la más alta jerarquía científica y técnica”, que sea interdisciplinaria y que realice “una evaluación científica y epidemiológica de las denuncias sobre los posibles efectos sobre poblaciones humanas”. Solicita que se analice la bibliografía posterior a la aprobación del agrotóxico, los experimentos de laboratorio sobre las consecuencias en la salud humana y la comparación con otros herbicidas. Y argumenta: “A nivel internacional y nacional existen tanto denuncias acerca de los efectos tóxicos del glifosato sobre humanos como bibliografía que demostraría su inocuidad”.
“Más allá de estas afirmaciones encontradas, los antecedentes de las grandes empresas productoras y comercializadoras del glifosato constituyen otro factor insoslayable en el análisis de la situación por la generación de intereses económicos entre los actores relacionados con el problema, dentro y fuera de la comunidad científica”, advierte el comité, integrado por Alberto Kornblihtt, Armando Parodi, Noé Jitrik y Aída Kemelmajer, entre otros, y coordinado por Otilia Vainstok.
No es la primera vez que el Cecte elabora un caso sobre temas controvertidos en los medios. El organismo considera “que uno de sus objetivos es contribuir a la construcción de una opinión pública informada” que permita a los sectores sociales involucrados “elegir responsable y democráticamente qué riesgos asumen y cuáles no”.
Tras la publicación de su investigación en este diario, Carrasco denunció haber recibido una amenaza telefónica y relató que representantes de la cámara del sector se presentaron en su laboratorio de la Facultad de Medicina. Mediante una carta pública, más de 300 investigadores e intelectuales nacionales y extranjeros, y referentes de organismos de derechos humanos repudiaron las amenazas sufridas por el investigador.
Ahora, el Comité de Etica recomienda convocar a investigadores provenientes de diversas disciplinas (ecología, epidemiología, toxicología, embriología, química orgánica, producción agropecuaria, ciencias ambientales, manejo de suelos, sociología rural y ética de la investigación científica) “que no hayan tenido ni tengan relación académica o económica con empresas nacionales o multinacionales vinculadas a la producción agropecuaria relacionada con el glifosato y la soja”. La comisión de expertos debería tomar en consideración:
- La necesidad de una evaluación científica y epidemiológica de las denuncias sobre los posibles efectos del glifosato sobre las personas.
- La bibliografía posterior a la autorización relacionada con el uso del herbicida en Argentina. Aquí, el comité aporta como referencia estudios de ambas mitades de la biblioteca: los que manejan las empresas del sector y los que señalan los efectos nocivos que produciría.
- El alcance de los experimentos realizados en laboratorio sobre las consecuencias en la salud humana.
- La comparación de los efectos del glifosato con los de otros herbicidas o agroquímicos de uso masivo.
- La posibilidad de promover investigaciones interdisciplinarias sobre el tema.
El comité propone que “en un plazo razonablemente breve” la comisión elabore un informe exhaustivo sobre los riesgos reales y potenciales del uso del glifosato.

© 2000-2009 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Todos los Derechos Reservados

martes, 21 de abril de 2009

El agro teme que se prohíba el glifosato

El conflicto con el Gobierno
El agro teme que se prohíba el glifosato
Es un herbicida clave para la soja; un informe del Conicet y la UBA dice que es contaminante

Martes 21 de abril de 2009 | Publicado en edición impresa
Fernando Bertello
LA NACION
Sensibilizados por cualquier nueva medida del Gobierno que pueda afectar al campo, productores y sectores vinculados con la provisión de insumos rechazaron la posibilidad de que se suspendiera el uso del glifosato, un herbicida clave para el avance de la producción de soja.
La semana pasada, la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas (Aadeaa) inició un recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que se suspenda la comercialización, venta y aplicación del glifosato y del endosulfán (insecticida). La entidad mencionó un estudio del Laboratorio de Embriología Molecular del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires sobre el supuesto trastorno para la salud humana que produce el glifosato.
En el agro se encendió la alarma. "Estamos ante una arremetida de fondo contra el sector", dijo una fuente de la industria de agroquímicos. "Sería demasiado disparatada la suspensión. Sería como que no se pudiera usar gasoil para los tractores", señaló Guillermo Cal, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes. Cal destacó que no hay estudios científicos serios en la Argentina y el mundo que invaliden el glifosato.
Junto con la soja transgénica y la siembra directa, en la que no se remueve la tierra para facilitar su conservación, el glifosato es una de las patas clave de producción de la oleaginosa. Es un principio activo herbicida cuyo objetivo es el control de las malezas que compiten o pueden llegar a competir con los cultivos por recursos vitales, como luz, agua y nutrientes. Registrado ante el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), se usa en la Argentina desde hace 33 años. En el mundo son más de 140 países los que lo emplean. En la Argentina se venden unos 160 millones de litros por año en un mercado que factura más de US$ 600 millones. La multinacional Monsanto tiene cerca del 40% del mercado y compite con Atanor y otras que importan el producto.
Ayer, una fuente del Senasa dijo que se solicitó al laboratorio que hizo el estudio sobre el glifosato una copia del informe, pero "hasta ahora no lo mandaron". Otros actores del sector también lo pidieron, pero no lo consiguieron. Según Cal, de suspenderse el uso del glifosato "los rindes caerían no menos de un 30/40 por ciento". Santiago del Solar, productor, advirtió que ello llevaría a volver a labranzas con baja productividad y erosión. "Disminuiría la superficie", acotó el productor Arnolfo Calvo.
Mariano Aguilar, director ejecutivo de la entidad que se presentó ante la Corte, respondió: "No tenemos nada contra el campo; buscamos el desarrollo sustentable y que no se haga una suerte de indiscriminada contaminación. Consideramos que el glifosato es contaminante para la vida humana".
La soja transgénica, lejos de los cuarteles
La ministra de Defensa, Nilda Garré, prohibió a las Fuerzas Armadas cultivar soja transgénica en campos propios ubicados en zonas urbanas y suburbanas, así como en adyacencias de barrios e instalaciones residenciales militares, como, por ejemplo, Campo de Mayo. La resolución apunta a "la protección del medio ambiente y a la salud de las personas", según el comunicado oficial. Las Fuerzas Armadas producen soja y otros cultivos que venden en el mercado para obtener recursos que destinan a gastos operativos, como son los alimentos para la tropa y rodeos vacunos y equinos del Comando de Remonta y Veterinaria.

lunes, 20 de abril de 2009

DENGUE Y PLAGUICIDAS

Acerca del dengue, algunos puntos para reflexionar.
En mayor o menor medida los medios de comunicación se han hecho eco de la epidemia[1] de dengue que asola a nuestro país. Ahora bien más allá de enumerar los casos por provincia y las consecuencias sobre la salud , las prácticas de eliminar focos de agua domiciliarios y sobre el avance de las fumigaciones poco se ahonda sobre las causas de este fenómeno y lo que es más importante sobre las consecuencias que las fumigaciones masivas pueden tener sobre la salud de las comunidades afectadas por el dengue y por las dichas pulverizaciones , la mayoría de las veces realizadas de manera desaprensiva, eso es sin tener en cuenta el entorno de donde se realizan.
1- ¿Cuáles pueden ser las causas de la expansión de la enfermedad?
Las causas son múltiples pero se relacionan entre sí. Como se sabe el progreso de la enfermedad tiene que ver con la expansión de las zonas de distribución y las posibilidades de supervivencia del mosquito Aedes aegypty, ambas se hallan relacionadas con el modelo agrícola vigente y el cambio climático, estas a su vez vinculadas entre sí.
Si bien es posible hablar de la multicausalidad de las enfermedades es indudable que el modelo productivo basado en el monocultivo de soja transgénica, la utilización de herbicidas, fungicidas e insecticidas posee su impacto en la tasa reproducción y supervivencia del vector.
En primer lugar la deforestación y quema de bosques y montes, para dedicar las tierras al cultivo de soja, ha determinado la migración de los mosquitos hacia otras zonas donde han encontrado condiciones óptimas para su supervivencia. En este caso también posee una notable influencia el cambio climático en especial la elevación de las temperaturas y el cambio en las condiciones de humedad.
Los huevos embrionarios pueden resistir temperaturas extremas manteniéndose viables entre 7 meses a un año (Almirón, W, 2006)[2].
Dado que en sí mismos los monocultivos son insustentables requieren la utilización creciente de insecticidas y herbicidas con los cual no solo impactan en la supervivencia de los insectos sino en la de sus enemigos naturales.
2- ¿Cómo se relaciona la utilización de plaguicidas con las condiciones de supervivencia del insecto?
Por un lado la utilización de plaguicidas en especial los insecticidas 2, 4 D y Glifosato y de insecticidas como el Endosulfan impactan en el desarrollo de los enemigos naturales de los mosquitos, en este caso sapos y peces que devoran tanto a larvas como a insectos adultos. Estos plaguicidas pueden impactar directamente como así también provocar alteraciones en su desarrollo embrionario [3]y en el sistema nervioso, alterando sus posibilidades de supervivencia. Incluso existen investigaciones sobre alteraciones en el sistema inmunológico de estos animales relacionada con el incremento en la concentración de plaguicidas en el agua de ríos, estanques y lagunas. En este caso esa alteración inmunológica los vuelve más vulnerables frente a bacteria y parásitos.
Un estudio realizado sobre cursos de agua en la provincia de Buenos Aires (Agostini, 2005)[4] se ha comprobado el impacto de las mezclas de plaguicidas sobre la supervivencia de anfibios. Especialmente son importantes los efectos sobre las etapas iníciales de la vida de estos organismos, estado larval. El impacto no letal puede tener consecuencias sobre las condiciones de crecimiento y desarrollo de estos organismos
Por otra parte el incremento en la frecuencia de aplicación como así también en las dosis de estos productos determina la aparición de resistencias genéticas. De esta manera cuantos más químicos se utilizan más resistencias adquieren los insectos. Resistencia que se transmite a las generaciones futuras del insecto. Dicha resistencia puede revestir una doble modalidad: a- la capacidad del insecto de detoxificar – romper, desdoblar- la molécula del plaguicida transformándolo en una sustancia menos peligrosa y b- la posibilidad de generar un exoesqueleto – protección externa de los insectos – más duro con lo cual es más difícil que el plaguicida penetre en el cuerpo. En ambos casos, y siguiendo la concepción darwiniana, de que los más aptos sobreviven, en unas pocas generaciones todos los mosquitos desarrollan resistencia. En esta situación las dosis normales del plaguicida se tornan ineficaces. Por lo generar el incremento en las dosis, el recambio por productos mas tóxicos e incluso el aumento en la frecuencia de aplicación; solo refuerzan el problema.
3- ¿La ampliación de la zona de distribución del mosquito se relaciona con el cambio climático?
Se puede afirmar que sí. El cambio climático que se manifiesta a partir de una elevación de la temperatura y de las condiciones de humedad han propiciado tanto la ampliación de la zona de distribución como el incremento del número de generaciones anuales del mosquito y por ende mejores condiciones para la expansión de la enfermedad. Ahora bien el cambio climático no ha ocurrido naturalmente o por azar, por el contrario se relaciona tanto con el incremento en las actividades industriales, los transportes, la quema de bosques que generan dióxido de carbono como con el descenso en la superficie cubierta por árboles, que absorben ese compuesto. De nuevo hallamos una relación entre el modelo de producción agrícola y la expansión de la enfermedad.
4- ¿Es efectiva la utilización de plaguicidas para disminuir las poblaciones de los mosquitos?
La experiencia demuestra que utilizados aisladamente no resuelven el problema. En primer lugar se debe tener en cuenta que las enfermedades transmitidas por vectores se hallan influidas por múltiples elementos y que centrar las estrategias de control en el ataque químico del vector resulta un enfoque restrictivo e ineficaz. Por lo contario se requiere tomar el problema de manera holística y sistémica incorporando elementos de orden social, geográfico, ambiental y cultural en las estrategias de manejo (Souza Casadinho, J. 2007)[5].
Los plaguicidas solo pueden acabar con las larvas o los adultos que son alcanzados en las aplicaciones, pero como ya fue mencionado los insectos pueden adquirir resistencias.
Además los mosquitos, aunque no se dispersan a grandes distancias, pueden alcanzar los 800 metros en sus vuelos (Almirón, W, 2006)[6]. En este caso los adultos que no alcanzados por los plaguicidas, pueden distribuirse en el ambiente.
5- ¿los plaguicidas utilizados poseen impacto en la salud de las personas?
Si. Aunque se los presente como de “bajo impacto”, “inocuos” “amigables con las personas“, los tóxicos utilizados pueden presentar impactos en la salud de la población alcanzada directamente o por vía indirecta a partir de la contaminación del agua, alimentos, ropa, etc.
En este caso se debe destacar que los plaguicidas son clasificados según su toxicidad específica - potencialidad de causar daño - en cinco categorías, desde los extremadamente peligrosos hasta los productos que “prácticamente no ofrecen peligro”. Muy pocas veces en su categorización se tienen en cuenta las condiciones sociales y ambientales de aplicación, las cuales pueden tornar muy peligroso a un producto clase IV (que normalmente no ofrece peligro) (Souza Casadinho, j. 2005).[7]
Se debe resaltar que en ocasiones las fumigaciones se realizan sin notificar a las comunidades afectadas con lo cual las mismas se hallan expuestas a las partículas del tóxico[8]. Además de contaminarse las fuentes de agua, estanques, aljibes, etc.
Los daños en la salud de los tóxicos utilizados en las campañas contra el dengue, en general plaguicidas que poseen clasificación química piretroide, pueden manifestarse rápidamente, síntomas agudos o por lo contario manifestarse mucho tiempo después de ocurrido el contacto , síntomas crónicos.
Ente los síntomas agudos se hallan; el hormigueo en los parpados y en los labios, irritación en los ojos y en las mucosas, estornudos, vómitos, escalofrió. Entre los síntomas crónicos se hallan, ampollas en la piel, inflamación en los pulmones, disrupción hormonal.[9][10][11]
6- ¿Existe una aplicación correcta o segura?
No. Aunque como en la aplicación de cualquier tecnología, se puede reducir el riesgo durante la aplicación, son tantas las variables que se deben tener en cuenta que el uso seguro es muy poco probable de llevar a la práctica. En los plaguicidas se da el caso de investigaciones sobre efectividad, seguridad de uso y aprobación en situaciones ideales – el laboratorio - para luego ser aplicados en situaciones reales , en las cuales las condiciones económicas - la presión del mercado- , las condiciones climáticas, el acceso a la información suelen influir en las verdaderas condiciones de uso.
Los plaguicidas se aplican sin un conocimiento adecuado de su peligrosidad, de apuro, con personas realizando tareas en las inmediaciones. La venta de productos fraccionados, la escasa información existente en los marbetes, la inexistencia de equipos de protección, la inexistencia de capacitación efectiva de quienes los aplican, resultan a las claras la mejor evidencia de que las condiciones de uso recomendadas no son llevadas a la práctica.

7- ¿Es conveniente fumigar el interior de los domicilios?
Es una técnica de control muy peligrosa dado que los plaguicidas pueden alcanzar la fuentes de agua, la ropa, los alimentos, las alacenas, las mesas, las sillas, etc., con lo cual pueden indirectamente alcanzar a las personas que las habitan. En este caso las partículas del plaguicida pueden quedar adheridas por un lapso de tiempo a diversos enseres domésticos causando problemas de salud a quienes ingieran, toquen o utilicen los elementos contaminados.
Además, como por lo general se utilizan dosis de aplicación más altas que las recomendadas, la peligrosidad en su utilización se incrementa (Souza Casadinho, Javier, 2005)[12].
8- ¿Cuál puede ser la estrategia para prevenir el dengue? ´
Resulta obvio que las condiciones de vivienda, infraestructura sanitaria y saneamiento ambiental constituyen factores de importancia en las condiciones de vida y reproducción de los insectos y por ende deben ser tenidos en cuenta en las estrategias de manejo. Respecto a los factores sociales hay que tener en cuenta las características de la población, sus hábitos, costumbres y niveles de organización.
Se debe tener en cuenta que cualquier medida puede resultar ineficaz si no se logra una reducción sustancial en las condiciones de pobreza junto a una evaluación continua y permanente tanto del proceso puesto en marcha como en el monitoreo de la enfermedad. Entre otras pueden encararse las siguientes medidas;
- Realización de monitoreos epidemiológicos con participación de la comunidad.
- Estratificación epidemiológica y clasificación en zonas de riesgo a las comunidades afectadas
- Drenar ríos y fuentes de acumulación de agua
- Entubamiento de fuentes de toma de agua y desagües.
- Mejoramiento en las condiciones de vivienda, en especial el aprovisionamiento de agua y la colocación de mosquiteros.
- Tapar pozos en calles y rutas
- Controlar y mejorar los sistemas de riego
- Incluir hongos y bacterias en la lucha biológica. Por ejemplo la utilización de bacterias como Bacillus thuringiensis para el control de las larvas de los mosquitos.
- Utilización de mosquiteros solos o impregnados con bajas dosis de plaguicidas.
- Evitar la utilización masiva de plaguicidas

Marcos Paz, abril de 2009


________________________________________
[1] Cuando una enfermedad o evento relacionado con la salud, supera o excede la frecuencia usual en una población específica, en un lugar y en un período de tiempo determinado, se habla de epidemia o brote. Zulma Ortiz, y otros. - Modulo Nº 6 de epidemiología básica y vigilancia en salud. 2005. Ministerio de salud de la Nación. Bs As, Argentina
[2] Almiron, Walter y Rossi, Gustavo. 2005. Artrópodos de interés médico en Argentina. 2005. Capítulo 11 Mosquitos. Fundación Mundo Sano. Bs. As. Argentina.
[3] Ronco A. y otros. 2008. Integrated approach for the assessment of biotech soybean pesticide impact on low order stream ecosystems of the Pampasic region. En ecosystem Ecology Research Trends. Pp 209.239 Nova Science Publisherc. Inc.
[4] Agostini y otros. (2005) Efecto de la aplicación de pesticidas sobre larvas de anuros utilizando experimentos de campo. III Congreso de Limnología. Cal III. Chascomús. Sociedad Argentina de Limnología.
[5] Souza Casadinho, Javier. 2007. Los contaminantes orgánicos persistentes. Los plaguicidas clorados y sus alternativas. CETAAR- Secretaria de ambiente y desarrollo sustentable. Buenos Aires. Argentina.
[6] Almirón, Walter y Rossi, Gustavo. 2005. Artrópodos de interés médico en Argentina. 2005. Capítulo 11 Mosquitos. Fundación mundo sano. Bs. As. Argentina.
[7] Souza Casadinho, Javier. 2005. Los plaguicidas y los niños. CETAAR ediciones. Marcos paz. Argentina
[8] Tal como ocurrió en Quimilí, Santiago del Estero, el día 1 de abril de 2009.
[9] RAPAL. Revista Enlace nº 44- abril de 1999. Lima. Perú.
[10] Mujeres campesinas e indígenas. Por un trabajo decente y un mundo libre de plaguicidas.2006. RAPAL. Santiago de Chile.:
[11] Plaguicidas alteradores Endocrinos. Revista Enlace Nº 73. Santiago de Chile. Chile.
[12] [12] Souza Casadinho, Javier. 2005. Los plaguicidas y los niños. CETAAR ediciones. Marcos Paz. Argentin

Javier Souza Casadinho
RAPAL
Ing. Agr. Ms. Sc. Javier Souza Casadinho
Red de Acción en plaguicidas y sus alternativas de América Latina RAPAL
Pesticide Action Network PAN
Docente de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires FAUBA

domingo, 5 de abril de 2009

Queridos amigos:

Cuando una persona es muerta a balazos, nuestras sociedades lo consideran un homicidio y persiguen al criminal. Pero cuando la persona cae víctima de una sustancia tóxica, las leyes no castigan del mismo modo a los responsables.

Condenamos enérgicamente a quienes torturan a sus adversarios políticos, pero no actuamos de la misma forma ante quienes someten a los mismos sufrimientos a sus clientes. Me refiero, por supuesto, a las empresas de tabaco. Los que hemos acompañado a un enfermo terminal de cáncer sabemos que su dolor equivale al de quien ha sufrido tormentos, pero sus victimarios cotizan en la Bolsa.

De este modo, aceptamos que el derecho a un ambiente sano forma parte del amplio campo de los derechos humanos, pero nuestras sociedades están haciendo muy poco para que podamos ejercerlo.

Recordemos que hay numerosas convenciones internacionales referidas a los derechos humanos, desde la que condena la tortura hasta la que protege la niñez, pero la cuestión ambiental sólo hay convenciones referidas a recursos naturales. No hay ninguna que diga que la gente tiene derecho a beber agua limpia y a respirar aire puro, por ejemplo.

De estos temas hablamos en un reportaje que me hizo Fabián Bosoer, en el que pasamos revista a algunas de las mayores urgencias en materia de política ambiental.

En esta entrega ustedes reciben:

· La reciente entrevista que me hizo Fabián Bosoer y publicó en el diario Clarín, de Buenos Aires.

· El recordatorio de mis libros "Historia Ecológica de Iberoamérica", tomos I y II.

· El anuncio de nuestro próximo curso de Derecho Ambiental.

· La obra de arte que acompaña esta entrega es un retrato del científico Alexander von Humboldt, pintado por Friedrich Georg Weitsch en 1806, mientras clasificaba algunas plantas americanas. Las ideas de Humboldt de integrar la conservación de los recursos naturales con la protección de los sectores sociales menos favorecidos fueron seguidas por algunos de nuestros mayores próceres, como el Libertador Simón Bolívar, Manuel Belgrano y José Gervasio Artigas. Aún no han sido llevadas a la práctica.

Un gran abrazo a todos.

Antonio Elio Brailovsky.

ANTONIO ELIO BRAILOVSKY ESPECIALISTA EN MEDIO AMBIENTE Y ECOLOGÍA.

"El medio ambiente sigue siendo el 'patito feo' de los derechos humanos"

Es cada vez más difícil llamar "catástrofes naturales" a incendios, huracanes, inundaciones o sequías cuyos orígenes y consecuencias encuentran claras responsabilidades humanas.


Por Fabián Bosoer

En América latina, el tema ambiental fue incorporado por todas las reformas constitucionales y legislaciones de los últimos años. Sin embargo, no se incluyó explícitamente el derecho a respirar aire limpio, beber agua pura, comer alimentos libres de contaminación. Es decir, el centro está puesto en el ambiente y no en las personas afectadas por ese ambiente. Falta una ética que incluya los derechos humanos de las generaciones futuras. Es el planteo de Antonio Elio Brailovsky, Licenciado en Economía Política de la UBA y una de las figuras más relevantes de la ecología argentina. Es profesor titular de la UBA y la UB y autor de una "Historia ecológica de Iberoamérica" (Capital Intelectual) en dos tomos, que va desde los mayas al Quijote y desde la independencia a la globalización. Fue convencional constituyente de la Ciudad de Buenos Aires y autor del capítulo ambiental de la Constitución porteña. A propósito de incendios o desastres como el de Tartagal plantea que hay que modificar el modo de entender la prevención y la defensa civil.

- Hay una idea bastante extendida sobre la relativa novedad de la conciencia ambiental, debida a fenómenos como el cambio climático, las contaminaciones, el agotamiento de recursos...


- Todas las sociedades tienen que resolver su relación con el entorno porque dependen de ese entorno para sobrevivir. De cómo lo resuelvan depende su futuro, su destino. Uno piensa en sociedades como la Babilonia bíblica o la de Teotihuacán en el Valle de México, las dos entraron en decadencia y se derrumbaron por el mismo motivo: por sobreexigir el suelo en un mismo sistema de riego. Otras sociedades tuvieron mejor suerte. Pero desde la antigüedad cada sociedad humana se plantea este problema. A veces en forma explícita: lo decimos; otras, simplemente sufren las consecuencias.


- Sin embargo, da la impresión de que estamos en un momento en el que esta pregunta -cómo resolver la relación con el ambiente- es nuevamente cuestión de supervivencia.


- Sí, y es la primera vez en la historia humana que aparece como un problema global. Siempre fue un problema local: cómo hacía el conde para que no se erosionaran las tierras de su condado; cómo hacía el faraón de Egipto para mantener lo que Herodoto decía: "Egipto, regalo del Nilo". Siempre fue local el problema, en este momento el cambio cualitativo es que es internacional, porque los problemas son mundiales. Es decir, todos los problemas de la atmósfera, principalmente el cambio climático, no se pueden resolver a escala local. Requieren concertación internacional, acuerdo, discusiones, peleas, conflictos. Este cambio de escala es lo que hace que no sea un problema acá u otro allá, sino que estén interconectados, mucho más de lo que estuvieron en cualquier otra etapa de la historia.

- Esto viene ocurriendo desde hace por lo menos dos décadas. Y mientras tanto ¿cuánto se hizo para enfrentar el problema?

- El cambio climático viene ocurriendo, en realidad, sin que nos diéramos cuenta, prácticamente desde la Revolución Industrial. Tuvimos una Edad Media cálida, un período frío que empezó en el Renacimiento y terminó a mediados del siglo XIX. Y a partir de allí empezó a ir subiendo lentamente la temperatura y empezó este cambio. Tal vez de origen natural, fue acelerado por todos los humos generados por una civilización del fuego. A partir de la Revolución Industrial, primero máquina de vapor, después quema de petróleo, la nuestra es una civilización del fuego. Esto provoca muy ligeros cambios en la atmósfera que provocan muy ligeros cambios en la temperatura. Si hay un pequeño cambio de temperatura, cambia todo, no sólo la temperatura. Cambian las lluvias, los regímenes de lluvia, de grandes tormentas, de inundaciones, de sequías... Y para esto nuestras sociedades no estaban preparadas.

- ¿Y es lo que ocurre, se sigue improvisando?

- Se sigue improvisando. Como cuando escuchamos: "y ahora, ¿qué hacemos frente a la sequía?" Bien, hacia el año 1200, Marco Polo se encontró con que el emperador de China -que ni siquiera era chino, era un invasor mongol- tenía estancias, en las cuales criaba ganado para atender a aquellos poblados que hubieran sufrido un desastre. Cuando pasaba una sequía, una epidemia, les enviaba ganado. Era un "fondo especial de desastres", hecho por Kublai Khan hace ochocientos años. El tipo no sabía dónde iba a haber un desastre ni qué iba a pasar. Si alguna vez había un desastre en alguna parte, tenía el fondo hecho. Tenía ganado. Entonces uno dice: si se podía hacer hace ochocientos años, tener ya el fondo de desastres preparado, ¿por qué no podemos ahora? Así, cada vez que hay un desastre nos ponemos a pensar: ¿y ahora qué hacemos?

- Y en este caso puntual, ¿cómo operaría una respuesta preventiva efectiva frente a desastres?

- Doy un ejemplo fuera de Argentina. El cambio climático significó una ampliación de la franja de huracanes. Cuando llega el huracán Katrina a Estados Unidos, a Nueva Orleans, y destruye la ciudad, no hay nada previsto. Ni formas de evacuación, ni mapas de riesgo, ni asistencia a la población vulnerable. Katrina produce diez mil muertos. Al mes siguiente un huracán de fuerza semejante afecta Cuba. Con mapas de riesgo -es decir "aquí, aquí y aquí puede pasar algo"-, con una población que se enteraba por la radio y la televisión que el grupo tal se va a evacuar. Cada uno agarraba su bolsito y se iba a la parada a esperar el ómnibus, que ya sabía que si alguna vez en la vida lo iban a evacuar, tomaba el ómnibus 4, que lo iba a llevar a tal escuela en tal provincia. Huracanes semejantes: en Estados Unidos, Katrina causó diez mil muertos, huracán Denis en Cuba causó diez muertos. La diferencia entre diez y diez mil es la estrategia de prevención. Nosotros en Santa Fe sabíamos, todo el mundo sabía, todos los hidrólogos lo decían: "Miren que se viene una inundación. Hay que hacer esto". No se hizo nada en prevención, había que volar un terraplén, realizar obras de desagüe, preparar la población que estaba en el bajo...

- ¿A qué lo atribuye? ¿Comodidad, ignorancia; o un atavismo, el de una tierra que siempre provee y nunca se agota?


- Yo creo que hay una visión de corto plazo que viene de nuestra historia. El Derecho Ambiental se incorpora doctrinariamente, pero sigue siendo el "patito feo" de los derechos humanos. Es decir, los organismos de derechos humanos, públicos y no gubernamentales, las defensorías del pueblo, toman marginalmente los temas ambientales. La Constitución incorpora alguna vaga alusión al "ambiente sano" y un montón de convenciones como anexo. Cuando uno mira esas convenciones, no hay ninguna de "derecho al ambiente sano", porque además, no existe. Tenemos Convención Internacional de los Derechos del Niño, Convención Internacional contra la Violencia en la Mujer, Convención Internacional contra la Tortura y no tenemos ninguna convención internacional de derechos al ambiente sano. Tenemos sólo convenciones de recursos naturales: residuos peligrosos, agua, etc. O sea, recursos como objeto. Ahora, cuando uno habla de derechos humanos, uno habla del ser humano. Y deberíamos decir en algún lado: "La gente tiene derecho a tomar agua que sea pura, a respirar aire que sea aire de verdad... a comer alimentos que no tengan plaguicidas".

- ¿Qué es lo que está faltando?


- Hay un hilo conductor de pensadores que hemos tenido y que hemos ido escondiendo y olvidando. Simón Bolívar tenía la misma formación que Manuel Belgrano: habían leído autores semejantes, estaban influidos por Humboldt, y por una cantidad de pensadores que se oponían a la concepción económica dominante. La economía de ese momento -siglo XVIII, principios del siglo XIX- era la de los reyes, el mercantilismo, para la cual la riqueza era el dinero -en aquel momento el oro-. Y lo que ellos planteaban era una economía distinta de los pueblos. Para la economía de los pueblos, la riqueza era el trabajo sobre los recursos naturales. Lo que planteaban tanto Bolívar como Belgrano era que "los pueblos tienen que conservar sus recursos naturales, usarlos de una manera -como ahora diríamos- sustentable". Intentan hacer diseños de explotaciones agropecuarias nacionales, enseñar a cultivar. También los hombres de la Generación del '80, con sus más y sus menos, pensaron el país del siglo siguiente, y Buenos Aires tuvo un sistema de provisión de agua potable y cloacas que fue pionero en el mundo.

- ¿Cuáles son hoy las urgencias en materia ambiental desde las cuales pensar y hacer el mediano plazo?

- El primer tema es el cuidado de las fuentes de agua potable; otro, el de exigir evaluaciones de impacto ambiental, y el tercero, la prevención ante la situación del cambio climático. Es necesaria una estrategia de prevención de desastres: sequías, inundaciones, incendios, explosiones. Hay que superar el viejo modelo militar de la defensa antiaérea pasiva, que consistía en darles instrucciones a los civiles sobre cómo actuar ante un bombardeo del enemigo. Una emergencia no es un tema exclusivo de Defensa Civil, sino de todos los habitantes. Una sociedad resistente a las emergencias debe tener la máxima información posible. Pero claro, eso suele ir en contra de la lógica de los gobiernos, que creen que es mejor no preocupar a la gente.

Copyright Clarín, 2009.